Un equipo de científicos del 'Advanced Thin Ionization Calorimeter' (ATIC) ha descubierto una fuente de energía de rayos cósmicos sobre la Antártida. Calculan que se encuentra cerca de la Tierra, a unos 3.000 años luz del Sol, pero ha sido desconocida hasta ahora, según ha informado la NASA.
Así, los investigadores hallaron un "inesperado excedente" de electrones con gran carga energética -entre 300 y 800 billones de voltios- procedente de rayos cósmicos. Según concluyeron, este "excedente" proviene presumiblemente de otra fuente de energía aún por identificar o de la aniquilación de unas partículas muy inusuales empleadas para explicar el fenómeno de la materia oscura.
"Este exceso de electrones no puede explicarse mediante el modelo estándar del origen de los rayos cósmicos. Tiene que haber otra fuente relativamente cercana a la Tierra que produzca estas 'partículas adicionales'", ha afirmado el principal investigador del proyecto ATIC, John P. Wefel.
Una fuente cercana
De acuerdo con el estudio, esta fuente se encontraría a una distancia cercana a los 3.000 años luz del Sol. Podría, también, tratarse de un objeto poco frecuente como una púlsar, una mini-quasar, un pedazo de supernova o un agujero de materia oscura.
En este sentido se ha manifestado también el investigador del ATIC Jim Adams, que afirma que "los electrones de rayos cósmicos pierden energía durante su viaje a través de la galaxia". Según ha explicado, éstas perdidas aumentan con la energía de los electrones; unas pérdidas que, según sus cálculos, "ahogan" el flujo de partículas provenientes de fuentes lejanas, "lo que ayuda a que las cercanas se mantengan".
Los científicos mantienen que se conocen muy pocos objetos de estas características cercanos a nuestro sistema solar; aunque Wefel subraya que estos resultados podrían ser la primera señal de su existencia.
fuente: ecodiario
Así, los investigadores hallaron un "inesperado excedente" de electrones con gran carga energética -entre 300 y 800 billones de voltios- procedente de rayos cósmicos. Según concluyeron, este "excedente" proviene presumiblemente de otra fuente de energía aún por identificar o de la aniquilación de unas partículas muy inusuales empleadas para explicar el fenómeno de la materia oscura.
"Este exceso de electrones no puede explicarse mediante el modelo estándar del origen de los rayos cósmicos. Tiene que haber otra fuente relativamente cercana a la Tierra que produzca estas 'partículas adicionales'", ha afirmado el principal investigador del proyecto ATIC, John P. Wefel.
Una fuente cercana
De acuerdo con el estudio, esta fuente se encontraría a una distancia cercana a los 3.000 años luz del Sol. Podría, también, tratarse de un objeto poco frecuente como una púlsar, una mini-quasar, un pedazo de supernova o un agujero de materia oscura.
En este sentido se ha manifestado también el investigador del ATIC Jim Adams, que afirma que "los electrones de rayos cósmicos pierden energía durante su viaje a través de la galaxia". Según ha explicado, éstas perdidas aumentan con la energía de los electrones; unas pérdidas que, según sus cálculos, "ahogan" el flujo de partículas provenientes de fuentes lejanas, "lo que ayuda a que las cercanas se mantengan".
Los científicos mantienen que se conocen muy pocos objetos de estas características cercanos a nuestro sistema solar; aunque Wefel subraya que estos resultados podrían ser la primera señal de su existencia.
fuente: ecodiario
electrones rayos cósmicos
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