TERMINAL BAHIA BLANCA

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sábado, 30 de agosto de 2008

El campo padece la sequía más grave en dos décadas

La producción agropecuaria padece la peor sequía de los últimos 20 años y algunas zonas presentan los registros de lluvias más bajos en 45 años, según estimaciones de climatólogos y datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En términos económicos, las pérdidas alcanzan los 884 millones de pesos en Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes y Río Negro, según los primeros cálculos realizados en esas provinicas. A esto se suma la merma en la superficie de trigo y de maíz que podrían derivar en una caída de ingresos en la cosecha por 700 millones de dólares (400 millones por el trigo y 300 millones por el maíz).

Además de la producción agrícola, la escasez de lluvias afecta a la ganadería, ya que se perdieron más de 700.000 cabezas de ganado en Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa, Chaco, Río Negro y Corrientes.

En el norte de Santa Fe, nordeste de Córdoba, este de Santiago del Estero, Chaco y Formosa, las lluvias que cayeron entre enero y este mes representan apenas entre el 20 y el 30 por ciento del valor normal para la zona y el peor registro histórico desde 1961, explicaron en el SMN. La sequía se extiende con distinta intensidad por otras áreas productivas de la Argentina.

Según estimó el especialista en climatología, Eduardo Sierra, la actual sequía es comparable, desde un punto de vista climático, con las que afectaron al país en 1937/38, 1951/52, 1962/63 y 1988/89.

En Buenos Aires, el gobierno provincial calculó que hubo una reducción del 30% de la superficie sembrada de trigo. "La provincia enfrenta una de las sequías más crudas de los últimos tiempos", dijo el subsecretario de Asuntos agrarios bonaerense, Fernando Vilella.

Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, la superficie sembrada de trigo retrocedió entre un 40 y un 50 por ciento en el territorio provincial. Para la próxima campaña del maíz, estimó retrocesos del 25 por ciento. En el Chaco no se pudo sembrar trigo y el girasol apenas cubrió el 50 por ciento del área apta. Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, difundido ayer, en trigo se cultivaron 4.465.000 hectáreas en todo el país, superficie que probablemente sea la definitiva de la campaña. De ser así, el área cultivada sería 18,8% menor que la anterior y la más baja de los últimos 34 años.

En gran parte esto se explica por la falta de humedad en los suelos, además de las medidas de intervención del Gobierno en el mercado del cereal, según afirman productores.

El informe de la Bolsa señala que las precipitaciones de la última semana sólo cayeron en el norte de Entre Ríos, centro-este de Buenos Aires y nordeste de Santa Fe, siendo escasos a nulas en zonas trigueras de Córdoba, centro y sur de Santa Fe, La Pampa, Santiago del Estero, Salta y sudoeste de Buenos Aires.

El director científico del la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, José Luis Aielo, dijo que una sequía como la actual es "un fenómeno que se puede dar cada 30 o 35 años, según los cálculos probabilísticos". Según el especialista, esta sequía es comparable a la de principios del siglo pasado y a otra registrada a principios de la década del 60. Aielo recordó que desde fines de 2007 actuó el fenómeno climático conocido como "La Niña" que genera precipitaciones por debajo de lo normal. "Entramos al invierno con bajas reservas de lluvia", agregó.

Juan Alberto Fortelai, investigador de meteorología para la agricultura del Conicet, sostuvo: "La sequía en la zona más afectada es la más intensa de los últimos 40 años". Para el investigador es comparable con la de 1968, pero aquella se dio durante el otoño y luego fue desapareciendo. Fortelai explicó que el fenómeno de "La Niña" -ya declinando- se conjugó con un invierno seco. "Lo que ocurre en invierno depende en gran medida de cómo fue el otoño", señaló el investigador.

Por su parte, María de los Milagros Skansi, del departamento de Climatología del SMN, explicó que la deficiencia de lluvias se viene registrando desde el invierno de 2007.

En Pergamino, donde hay mortandad de animales, retrocedió un 30% la superficie sembrada de trigo, y se teme por la próxima campaña de maíz, de continuar estas condiciones.

La tormenta de Santa Rosa no trajo alivio a esta zona. "Apenas cayeron unas gotas", dijo Martín Goizueta, productor de la zona de Manantiales.

En Río Negro, el gobierno provincial declaró diversas áreas como "zona de desastre agropecuario".

En Victorica, La Pampa, unos 30 productores se agruparon en un consorcio para recibir ayuda gubernamental. "No hay nada de pasto, ya llevamos cinco meses de una sequía importante", contó Juan Poggi, uno de los impulsores. El subsecretario de Asuntos Agrarios provincial, Enrique Schmidt, dijo: "Estamos tratando de ayudar con lo que podemos".

El gobierno de San Juan, en un gesto de solidaridad con las provincias afectadas por la sequía, dispuso la adquisición de 190.000 fardos para enviar allí.

Por su parte, el climatólogo Sierra, al comparar esta sequía con otras históricas, dijo que el fenómeno sería "similar o peor" por el fuerte déficit de agua que se arrastra del año pasado; su impacto, sin embargo, es diferente por el nivel tecnológico de la actual campaña respecto de las anteriores. Como contrapartida, el área agrícola se extendió hacia el Oeste, más riesgosa en cuanto al régimen de lluvias.

"La tormenta de Santa Rosa marcó la vuelta de lluvias, pero las zonas que sufren la falta de agua serán las últimas en recibirlas", sostuvo Sierra.

Diario: La Nación, Con la colaboración de nuestros corresponsales y de Analía Testa

viernes, 29 de agosto de 2008

Ecocelebrities: famosos que cuidan el planeta







La protección del medio ambiente gana fama de la mano de las estrellas; conocé a las celebridades comprometidas con la causa.
En los últimos años, el mundo comenzó a tomar conciencia del verdadero desastre que el estilo de vida occidental está causando en el planeta. ¿Pero cómo se difunde la información sobre la crisis ambiental? Aunque suene extraño, muchos especialistas en opinión pública señalan que las celebridades son opciones estratégicas para alertar a las masas.

Algunos famosos lo comprenden y usan su protagonismo para encarnar valores ecológicos y protagonizar campañas en favor de la ecología. Ellos son las ecocelebrities, estrellas militantes de la tendencia verde que se saben influyentes y están dispuestas a aprovecharlo para el bien general. Aunque no falta quien sugiere que esta militancia podría tratarse tan sólo de una estrategia de marketing para mejorar su imagen personal.

Tras los pasos de Brigitte

La preocupación por el medio ambiente comenzó en la década de los 70, pero no se hablaba de calentamiento global, sino que lo más importante era la conservación de la forestación y la comunión con los seres vivos. Sin duda, uno de los mayores referentes fue Brigitte Bardot, quien en 1976 decidió hacer algo que ninguna figura pública había hecho: crear su fundación en defensa de los animales y volverse vegana, es decir vegetariana militante. Desde ese momento, Brigitte renunció a cualquier tejido de origen animal para vestirse, combatió los productos que se elaboraban mediante experimentación con seres vivos y dejó de asistir a espectáculos o sets de filmación en los que se usaran animales. Ella comenzó una tendencia que hoy siguen de manera estricta estrellas como Drew Barrymore, Joss Stone, Sting, Donna Karan y Uma Thurman, quienes a su vez reclutan a nuevos discípulos.

En la pantalla y el monitor

A fines del año pasado, Leonardo DiCaprio, lanzó su propio documental La última hora, que escribió y al que le puso su voz como narrador, que incluye la participación de más setenta expertos en calentamiento global. Fue el puntapié inicial para declarar su militancia verde, que continúa desde su MySpace.

Quien también posee su propio site ecológico es justamente la ex de DiCaprio, Gisele Bundchen. La modelo se encargó, en persona, de reclutar a cinco corresponsales alrededor del mundo que trabajan analizando cuestiones a favor del medio ambiente, como la sustentabilidad de un combustible alternativo al petróleo.

Estas celebridades decidieron cambiar radicalmente sus vidas para predicar con el ejemplo e, incluso, protagonizaron algunas de las campañas ecologistas más importantes del mundo. Pero no todos logran mantener el compromiso con el paso del tiempo.

En la pasarela

En los últimos años, grandes personalidades de la moda decidieron unirse a la cruzada ecológica y desarrollar estrategias que contribuyan a salvar el planeta. Gracias a los pedidos de Alicia Silverstone, Angelina Jolie y Kirsten Dunst, cada vez son más los diseñadores y marcas que trabajan con tejidos orgánicos, desde Giorgio Armani y Stella McCartney hasta la popular tienda H&M. Incluso, algunas celebridades eligieron lanzar sus propias líneas ecológicas: Bono, el líder de U2, tiene una marca llamada Edun, y Kate Moss, Gwyneth Paltrow, Jade Jagger y Helena Christensen diseñaron remeras cuyas ganancias están destinadas al proyecto del ex presidente estadounidense Al Gore para frenar la crisis climática.

Es difícil darse cuenta si estas acciones son genuinas o sólo se trata de una pose. Pero poco importa. Lo cierto es que las intenciones pasan desapercibidas cuando se trata de la divulgación de las urgencias del planeta. Sin duda es una moda que no incomoda.

Por Denise Tempone

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