TERMINAL BAHIA BLANCA

TERMINAL BAHIA BLANCA

miércoles, 14 de abril de 2010

Un Área Natural que Lucha por Persistir

Se cumplen hoy 12 años desde la creación de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde, un importante humedal marino – costero, ubicado en el sudoeste bonaerense, ocupando gran parte de la conocida localmente como “Ría de Bahía Blanca”. Las zonas costeras, tienen la mayor productividad biológica del planeta, pero al mismo tiempo, en ellas vive la mayor parte de la población mundial, que depende de sus recursos y determina en gran medida, su estado de salud ecológica. En todo el mundo, el desarrollo urbano, industrial, turístico y agrícola suelen planificarse y reglamentarse de manera deficiente. Los proyectos de ingeniería y desarrollo están modificando los ecosistemas costeros a escala muy considerable. Las zonas costeras reciben la contaminación procedente de las descargas directas y transportadas por los sistemas fluviales, sumideros de casi toda la contaminación generada por el hombre y más del 90% de todos los productos químicos, residuos y otras materias captadas por las aguas costeras permanecen en ellas en sedimentos, marismas y otros sistemas costeros.

A ello debe sumarse movimiento de buques, cargas y descargas y lavado de cisternas. Se estima que en los próximos 20 años la población de las zonas costeras a nivel mundial casi se duplicará. Estas presiones, junto con el consumo cada vez más abundante de recursos, los efectos previstos del cambio climático y el ascenso del nivel del mar, aparejarán importantes consecuencias para las mismas. Una acción concreta para mitigar el impacto ambiental en la franja costera, es declarar áreas marinas protegidas. Ellas son muy necesarias y servirán como zona de reposición de recursos naturales y mantenimiento de la biodiversidad.


La Provincia de Buenos Aires, de forma criteriosa ha sustraído de la libre intervención humana algunos ambientes marino-costeros. Tratándose de una zona de “integración” y teniendo en cuenta sus recursos, usos tradicionales, impactos, se le asigna una categoría de preservación idónea y se desarrollan Planes de Manejo, cuya visión holística tiene en cuenta todos los aspectos, tanto naturales como socio económicos y culturales, para facilitar el ordenamiento ambiental del área. En este sentido la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde, ubicada en la zona costero marina al suroeste de la Provincia de Buenos Aires, República Argentina, ha sido creada con el objeto primordial de salvaguardar el ecosistema marino en su totalidad.

Algo de Historia: marco legal

Con la intención de proteger y conservar la “Ría de Bahía Blanca”, frente al inminente dragado del Canal Principal, el crecimiento y desarrollo del polo industrial (químico y petroquímico), sumado al vertido de líquidos cloacales sin tratamiento, a mediados de la década del 80´ representantes de organismos públicos y privados locales, ONG y particulares, comenzaron a trabajar reclamando ante las autoridades provinciales, la preservación de este ambiente marino costero. En Marzo de 1991 la Ley Provincial 11.074 declara Reserva Natural de Uso Múltiple sólo a las Islas Embudo, Bermejo y Trinidad, con una superficie inicial de 30.000 hectáreas.

Posteriormente, se solicita una modificación a esa ley, pidiendo la ampliación de la reserva para incorporar el ambiente acuático. Finalmente y luego de varios relevamientos de campo realizados por biólogos del entonces Ministerio de Asuntos Agrarios y Producción de la Provincia de Buenos Aires, se deroga explícitamente la Ley 11.074, y el 7 Abril de 1998 se promulga una nueva Ley 12.101, quedando establecidos en su artículo 1º los nuevos límites comprendiendo a las islas, bancos y aguas entre los siguientes límites: al norte y noroeste el Canal Principal hasta el paralelo 30º 50’ S, continuando el mismo hacia el oeste hasta la línea de costa; al oeste la línea de costa hasta el paralelo 39º 13’ S, al sur desde el paralelo citado por el veril sur de la Bahía Verde hasta los 39º 50´ S y 62º 00’ W frente a Punta Laberinto y por este paralelo hasta los 61º 50’ W y al este el Mar Argentino. Esta modificación incorporó además las islas Monte (o Wood), Ariadna, Zuraitas, Garzas, Conejos e islotes menores, planicies intermareales (marismas y cangrejales) y aguas protegiendo actualmente una superficie total de 210.000 has, poco más de 2.300 km2.

Según su tipo ha sido clasificada con la categoría de “Uso Múltiple”, orientada a la investigación y experimentación del uso racional y sostenido del medio y los recursos naturales.

Convergen en este ambiente costero marino, ecosistemas del monte, pampeano y patagónicos, dominado por una vegetación expuesta a soportar el sol, la escasez de agua y la salinidad en el suelo, aportando una singular belleza de formas, texturas y colores verdes azulados al paisaje. En las islas, pueden aun encontrar refugio silvestre, Guanacos, Ñandúes, Felinos, Zorros, Maras, Vizcachas, Zorrino. En la costa una diversidad de aves como la emblemática Gaviota Cangrejera, Flamencos, Garzas, Ostreros, varias especies de patos, Cisnes Coscoroba, Maca Grande Bigua, y estacionalmente cada primavera llegan a nuestros cangrejales en busca de reposo y alimento, aves migradoras como chorlos y playeros. En el agua una intrincada red de vida, integrada por peces como Pejerrey, Corvina, Lenguados, Gatuso, Cazón, constituyen el objetivo de la pesca artesanal y recreativa. La presencia de grandes Tiburones, que deambulan entre nuestras costas y el sur de Brasil, nos demuestra una vez más que las especies no entienden de límites impuestos en un frío papel. El mismo comportamiento migrador lo observamos en las Tortugas marinas, las que visitan también, de manera estacional, nuestra latitud, acercándose a la costa en el verano, migrando desde el norte de Brasil, en busca de la abundante oferta de alimento en el estuario. Completan la biodiversidad marina, Lobos Marino de Uno y Dos Pelos, Delfín Franciscana, Delfín Común, Toninas, y son frecuentes las incursiones estivales de Pingüino de Magallanes, Orcas y Ballena Franca e incluso la Ballena Minke.

A lo largo de estos años, hemos trabajado sostenidamente, junto a la noble colaboración de una cooperadora y un grupo de voluntarios, focalizando nuestros esfuerzos en pilares fundamentales, como el Programa de Educación Ambiental, para avanzar hacia la ecosocialización, que junto a la extensión y difusión, constituyen importantes herramientas de comunicación; el desarrollo del Plan de Manejo, con la participación interdisciplinaria e interinstitucional, para encaminar el manejo e implementación de la reserva natural a partir del ordenamiento ambiental del área, y la investigación en diferentes temas de relevancia para la conservación y preservación de las especies.

Lic. Victoria Massola
reservanatbb@ergios.com
OPDS

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