TERMINAL BAHIA BLANCA

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lunes, 20 de abril de 2009

Un acuerdo sobre el dióxido de carbono, clave para el Amazonas

La deforestación en el estado Amazonas de Brasil podría llegar a cero en el 2020 si la cumbre mundial sobre clima, que se realizará este año en Copenhague, adopta mecanismos que pongan un valor económico a la preservación de los bosques, según ha declarado su gobernador.



Pagar por contaminar

Eduardo Braga, gobernador del estado más grande de Brasil, ha sido un pionero de la preservación de la Amazonía al entregar incentivos financieros a los habitantes de los bosques, una idea que ha ganado terreno en la política internacional sobre clima antes de la cumbre de diciembre.

El mecanismo permite que los países ricos compensen sus emisiones de carbono mediante pagos para prevenir la deforestación, que corresponde a cerca de un 20 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero procedentes de actividades humanas.

Braga, cuyo estado tiene bosques relativamente intactos que cubren una zona seis veces más grande que Reino Unido, instó a los negociadores a crear fondos para la conservación de la selva, ya sea a través de créditos de carbono o pagos de países ricos, idea clave para el nuevo acuerdo que reemplazará al Protocolo de Kioto.

"Copenhague debe ser un avance respecto de Kioto y la única oportunidad de lograr tal cosas es a través de financiación", dijo Braga a Reuters el jueves en el Foro Económico Mundial para América Latina.

Pero Braga sostuvo que los proyectos para reducir emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques (REDD, por sus siglas en inglés), han ayudado a reducir la deforestación en un 70 por ciento en cinco años en un estado que hasta hace no mucho entregaba motosierras gratis a los taladores.

El sistema 'Bolsa Floresta'
El Gobierno de Braga creó un sistema llamado 'Bolsa Floresta', bajo el cual las comunidades locales reciben dinero de un fondo de donaciones para preservar los bosques y participar en actividades sostenibles como la pesca y la explotación del caucho.

Hasta el momento no hay un acuerdo sobre cómo poner un precio a los bosques bajo el nuevo acuerdo climático de la ONU y las sugerencias van desde el comercio de carbono a poner impuestos a los países desarrollados.

Catorce reservas naturales estatales, con cerca de 6.000 familias, actualmente se benefician del llamado Fondo del Amazonas Sostenibles, cofinanciado por compañías como Coca-Cola y Marriot.

Para 2013, Braga dijo que el fondo necesitaría otros 1.000 millones de reales (460 millones de dólares) para ampliar el programa a 34 reservas y crear "zonas intermedias" en torno a los actuales proyectos


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